Los Dioses y Sus Elegidos Igtar-nashuv, Dios del Fuego. Un ser colosal rodeado de llamas eternas, Igtar simboliza la pasión, el cambio y la destrucción. Elige a sus avatares durante momentos de desesperación, apareciéndose como una chispa que enciende un fuego inextinguible en el alma de los elegidos. Sus avatares suelen ser personas con una voluntad indomable, forjados en la adversidad. Los aspirantes deben caminar sobre brasas mágicas sin quemarse, demostrando control sobre la pasión interna. Tienen como emblema una llama ardiente encerrada en un círculo. Glacyasf-nasher, Diosa del Hielo. Representada como una figura etérea cubierta de escarcha, Glacyasf refleja la paciencia y la preservación. Sus elegidos son personas que enfrentan situaciones donde la perseverancia es crucial. Ella se manifiesta a través de visiones de paisajes helados o la repentina quietud de un entorno invernal. Los aprendices deben resistir el frío extremo mientras meditan, simbolizando paciencia y fortaleza. Tienen como emblema un copo de nieve cristalizado. Grodim-nashuv, Dios de la Tierra. Una figura imponente de roca y raíces vivas, Grodim representa la estabilidad y la conexión con la naturaleza. Elige a sus avatares entre aquellos que defienden la vida y el equilibrio, marcándolos con sueños de vastos paisajes montañosos y un profundo sentimiento de unidad con la tierra. Los aspirantes deben moldear una figura de piedra mágica para representar su conexión con la tierra. Tienen como emblema un monolito tallado con runas. Lumiris-nasher, Diosa de la Luz. Lumiris es una figura radiante que encarna pureza y protección. Suele seleccionar a sus avatares entre los altruistas y valientes, apareciéndose en sueños como una figura brillante que guía al elegido hacia un propósito mayor. Los aprendices deben caminar por un camino de luz mientras enfrentan visiones de sus temores internos. Tienen como emblema un sol radiante. Kibetla-nashuv, Dios de la Oscuridad. Kibetla es una presencia sombría que simboliza el misterio y lo oculto. Suele elegir a sus avatares entre aquellos que han sufrido en silencio, encontrando fuerza en lo desconocido. Sus señales suelen ser sombras que se mueven de manera inusual o susurros en la penumbra. Los aspirantes deben navegar un laberinto en completa oscuridad, confiando solo en sus instintos. Tienen como emblema una luna creciente en sombras. Elyon-nashuv, Dios de la Iluminación. Elyon aparece como una figura abstracta compuesta de patrones geométricos y luz. Elige a sus avatares entre aquellos que buscan comprender el mundo a través del conocimiento y la introspección. Se manifiesta en visiones que combinan ciencia y espiritualidad. Los aspirantes tienen que resolver acertijos arcanos para demostrar inteligencia y claridad de pensamiento. Tienen como emblema un prisma que refleja luz en múltiples colores. Zephyris-nashuv, Dios del Aire. Zephyris, un ser incorpóreo formado por vientos, simboliza la libertad y el cambio. Elige a sus avatares entre aquellos que desafían las restricciones y buscan nuevas direcciones. Sus elegidos suelen experimentar brisas inexplicables que los guían. Los aspirantes deben planear desde una altura usando corrientes mágicas para aterrizar con seguridad. Tienen como emblema un círculo con remolinos de viento en su interior. Koradine-nasher, Diosa del Agua. Representada como una figura cambiante de agua, Koradine encarna la adaptabilidad y el flujo. Selecciona a sus avatares entre quienes demuestran flexibilidad y resiliencia. Sus señales incluyen sueños de océanos interminables o la sensación de estar bajo agua mientras duermen. Los aspirantes deben nadar hasta un altar submarino para recibir su primera bendición mágica. Tienen como emblema una ola estilizada Nullos-nashuv, Dios del Vacío. Nullos es una figura abstracta que emana una sensación de ausencia. Elige a sus avatares entre los solitarios y aquellos que buscan significado en lo desconocido. Sus señales incluyen encuentros con espacios vacíos o ecos que parecen provenir de la nada. Los aprendices deben meditar en un espacio vacío, enfrentándose al silencio absoluto. Tienen como emblema un círculo negro rodeado de líneas difusas. Shimestios-nashuv, Dios del Tiempo. Shimestios, representado como un ser con múltiples relojes flotantes alrededor, selecciona a sus avatares con extrema precaución. Sus elegidos son individuos que entienden el peso de las decisiones y las consecuencias. Se manifiesta a través de visiones fragmentadas del pasado, presente y futuro. Los aprendices deben resolver un acertijo temporal en un límite de tiempo. Tienen como emblema un reloj de arena dorado.